Pinceladas de clásicos del terror: Dracula - Terence Fisher (1958)

* Título original - Dracula (Horror of Dracula)
* Año - 1958
* Duración - 82 min.
* País - Reino Unido
* Director - Terence Fisher
* Guión - Jimmy Sangster a partir de la obra de Bram Stoker
* Música - James Bernard
* Fotografía - Jack Asher
* Producción - Anthony Hinds
* Productora - Hammer Film Productions
* Distribución - Rank (Reino Unido) y Universal (USA)
* Género - Terror
* Reparto - Christopher Lee, Peter Cushing, Michael Gough, Melissa Stribling, Valerie Gaunt, Carol Marsh, Olga Dickie, John Van Eyssen, Janina Faye, Barbara Archer, Charles Lloyd Pack


Drácula es la primera película de terror británica de una serie de trabajos de terror de la Hammer, basados en la novela universal de Bram Stoker. Fue dirigida por Terence Fisher, con la interpretación de Christopher Lee como el Conde Drácula y Peter Cushing encarnando al Doctor Van Helsing. Dos actores por los que ya merece la pena disfrutarla.


Sinopsis: La existencia del conde Drácula ha sido descubierta por Jonhatan Harker (Michael Gough) y el doctor Van Helsing (Peter Cushing), que ha estudiado el vampirismo durante toda su vida. Decididos a acabar con la existencia de Drácula, Harker viaja hasta el castillo del conde, con la excusa de aceptar el puesto de bibliotecario, pero con el fin de acabar con el temible vampiro. Pero tras encontrar a una mujer que permanece prisionera de Drácula que le pide ayuda para poder escapar y conocer al propio Conde, el cual queda embelesado con la prometida de Harker, este se dará cuenta de que la tarea no será nada fácil.

Su director: Terence Fisher fue uno de los mejores directores de terror de la segunda mitad del siglo XX, ademas de un pionero en el género, ya que sus películas no tenían precedentes en su época. A pesar de que su trabajo ha perdido algo de fuerza con el paso del tiempo, algo muy lógico por otra parte, siempre tendremos que estarle agradecidos por lanzar a la fama a las estrellas inglesas Peter Cushing y Christopher Lee, actores fundamentales en la historia del cine de terror, debutando en 'La maldición de Frankenstein' (1959).

Fue el primer director en realizar películas de terror en Technicolor, destacando en ellas varias características como la mezcla entre varios mitos clásicos y grandes dosis de fantasía. La sexualidad y el erotismo es otro de los componentes que introduciría poco a poco en sus trabajos, algo mucho menos natural de lo que es a día de hoy. Pero como ocurre en tantas ocasiones en el mundo del cine, el reconocimiento a su trabajo le ha llegado de forma póstuma, ya que en su carrera era considerado como uno mas de los directores de serie B.

Entre su filmografía podemos destacar 'Drácula, príncipe de las tinieblas' (1966), 'El fantasma de la ópera' (1962), 'La Momia' (1959), 'El perro de Baskerville' (1958) o 'La maldición de Frankenstein' (1957), ademas de la que hoy nos ocupa: 'Drácula' (1958). Podemos considerarlo el precursor del cine de terror moderno, ya que cuando realizó 'La maldición de Frankenstein' (1957), el género llevaba prácticamente abandonado desde que a mediados de los 40, los estudios 'Universal' dejaran de realizar películas del género, tras haber sido los mas prolíficos en el durante años.

La película: La obra de Bram Stoker que da título a la película, 'Drácula' es uno de los textos mas versionados de la historia del cine, y por supuesto, del cine de terror. En los 90 años que has transcurrido entre 'Nosferatu el vampiro', dirigida por F.W. Murnau, hasta la versión del mítico director Dario Argento titulada 'Drácula' (2012), se han realizado mas de 140 adaptaciones de todo tipo, sin contar las adaptaciones realizadas para televisión, ni las realizadas para teatro.

La que nos ocupa es, sin lugar a dudas, una de las mejores versiones realizadas sobre el famoso y sanguinario Conde, sino la mejor. Me encanta la película de Francis Ford Coppola, pero para mi es mas una historia romántica (una de las mejores que he disfrutado) que una de terror, así que no la cuento. En la que nos ocupa destacan varias cosas que se echan de menos en otras versiones, como por ejemplo la fidelidad del guión a la obra de Bram Stoker. Los personajes son mas afines al texto, Drácula, sin ir mas lejos, recupera la ferocidad y la garra que en anteriores versiones había desaparecido, al igual que pasa con el doctor Van Helsing, mucho mas fiel, tenaz e incansable, tal como se nos describe originalmente. De ello tienen gran parte de culpa Christopher Lee y Peter Cushing, que realizan dos interpretaciones dignas de sus personajes. Sobre ambas se apoya la película, un gran acierto de sus responsables.


La dirección de Terence Fisher es sencillamente magistral, ya que con cuatro perras consigue realizar un trabajo impecable, en el que cada detalle está milimétricamente calculado. Los angustiosos interiores utilizados crean una sensación claustrofóbica que pone su granito de arena al conjunto; la ambientación es magnífica, mas si cabe teniendo en cuenta su escaso presupuesto; la iluminación está realmente bien conseguida, contribuyendo de forma fundamental al clima creado para la película; la fotografía de Jack Asher es simplemente magistral; la música de James Bernard resulta apropiada y llena de fuerza cada escena de enfrentamiento o terror y de angustia cada momento de intriga o suspense; hasta se eliminaron los ruidos de los pasos de Christopher Lee para darle un aire aún mas siniestro y se comenzó a utilizar algo hasta entonces poco o nada visto, la exposición directa de las escenas violentas y la aparición de la sangre en escena. Todo en este trabajo es destacable y contribuye al inigualable conjunto final.

También destacar la escasa duración del producto, apenas 82 minutos en los que se incluyen los créditos, mas que suficientes para contarnos la historia sin necesidad de irse por las ramas. De ello deberían aprender muchos directores y productores actuales, ya que parece que hay una ley no escrita que los obliga a acercar el metraje a las dos horas de duración, aún cuando la historia no de ni para un cortometraje. El resultado es casi siempre el mismo, en vez de mejorar, estropean y el espectador, que viene ya de mil batallas, lo nota al instante y se siente engañado.

Conclusión: Estamos, sin ninguna duda, ante una película que marcó un antes y un después dentro del género del terror, algo que debemos agradecerle a la Hammer y a su magnífico director, Terence Fisher. Una obra imprescindible para los amantes del género y muy recomendable para quienes quieran descubrir o recordar como se realizaba antes el cine de terror. Como colofón, está excelentemente interpretada por dos de los grandes actores del género en la época, unos prácticamente desconocidos Christopher Lee y Peter Cushing que tras este genial trabajo nos seguirían dando multitud de momentos gloriosos que los han hecho pasar a la historia del séptimo arte. Para visualizarla y guardarla en la colección, donde siempre tenerla a mano.



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